miércoles, 1 de julio de 2009

Mensaje al viento

Un dulce mensaje
le he confiado al viento,
y en su manto frío
lo ha llevado envuelto.

Es para el que amo
y que está tan lejos.
Por hacerlo puro un torbellino
lo alzará hasta el cielo.
Y para darle aroma,
sobre mil jardines,
lo acunará luego
cruzará los mares,
subirá los cerros.

Y al morir un día,
se detendrá el viento
junto al que yo amo,
y que está tan lejos.

Jugará un instante
entre sus cabellos,
fingiendo en su roce,
tímidos mis dedos.
En suave susurro
le dirá en secreto,
que nunca lo olvido,
que siempre lo espero.
.
Y cuando él sonría
al adivinar mi voz,
cerrará sus labios
con un largo beso,
como el azul cielo,
como el mar inmenso,
pletórico de perfumes.

Con dulzor de mieles
mi corazón todo
va a estrujar en ellos.
Su carrera entonces,
proseguirá el viento
dando tumbos,
loco de alegría,
deshojando rosas,
rompiendo fuentes,
cantando en los mares,
silbando en los cerros,
porque dio el mensaje
y besó al que amo,
y que está tan lejos.

Entre botellas y copas

Entre botellas y copas,
amigos y fiestas,
cada noche ella vivía
una loca fantasía,
e ilusamente creía
que era la reina
de todos los corazones.

Se encontraba
muy triste y sola
escuchando falsos halagos
cual música deliciosa
que a sus oídos encantaba.

Cada día que pasaba
entre botellas y copas
el alcohol lentamente
la hacía su esclava,
a Ella a esas alturas
no le importaba nada.

Se arrastraba por las calles,
clamando desesperada,
por una mísera moneda,
que a ella le permitiera
entregarse hasta la locura
a ese miserable amo
que era un maldición, aciaga.

Alcohol, Whisky,
Coñac, Cerveza, Vino,
lo que sea, ella clamaba
con angustia y desesperación,
apenas sin darse cuenta
de su penosa situación.

Dejó hogar, madre, hijos
por la brutalidad del alcohol
que la ayudaba a olvidar a ratos
la ingratitud del amor.
Ese que le juraron un día
en un altar ante Dios
que sería para toda la vida.

Ella ahogaba sus penas
en una copa de alcohol,
que ilusamente creía
le regalaba instantes de alegría,
aunque después la dejara
sumida en la desesperación.

Se alejaron para siempre los amigos,
ya no reinaba en ningún corazón.
Cayó cada vez mas bajo.
Un día triste de invierno
en el zaguán de una puerta,
la muerte la encontró tan desolada
que en sus negras alas
de la dura vida que ella
vivía la rescató.

El Cuenta Cuentos

Vestía ropas de colores muy brillantes,
su barba blanca, luenga e impecable
y sus pasos alados,
trajeron a nuestro pueblo un día
perfume de fantasías.

Su dulce voz hablaba de tierras lejanas,
de cielos verde esmeralda
y aguas color magenta.
De caminos de chocolate,
de flores de oro
y animales de felpa.

Contaba cuentos de naves de oro
que dejaban estelas de plata
cuando surcaban los mares de diamantes.
Hablaba y todos escuchaban,
extasiados en religioso silencio,
imaginando sus extraños animales
Queriendo ser parte de esas historias
pletóricas de encanto y de misterio.

Hoy día el eco de su voz duerme en silencio,
viste sus ojos y su alma de soledad y lejanía,
su magia de ayer no volverá.
Porque su musa se durmió
para siempre en su cerebro,
llegó ella un día sin saber
muy alegre de la mano
del borra cuentos...
ALZHEIMER.

Soy parte de tí

Quiero enseñarte la magia
de tocar las estrellas,
de dormir en un mar de rosas.

Déjame que te dibuje el embrujo de la noche,
la magia de navegar por el cielo
y jugar con las nubes.

Quiero enseñarte a soñar
entre campos de lavanda,
mientras tu cuerpo se diluye
en la brisa de la noche.

Déjame descubrir los escondites de tu mente,
mientras mis manos buscan
la tibieza de las tuyas.

Quiero enseñarte palabras nuevas,
que mi inteligencia invente,
que vuelen hasta ti cual mariposas de besos.

Déjame enseñarte el embrujo de la noche,
que ya soy parte de ti.

Suavemente como trenzamos
guirnaldas de luz y vida,
con la flores que brotaron
de nuestro amor,
así se desliza mi alma
por el puente de la vida,
igual se va tu recuerdo,
por el río de mi vida.

Suavemente escuchando,
en cada recodo un suspiro,
en cada latido un dolor,
en cada pulsación un silencio,
en cada silencio tu voz.

Suavemente como se me va borrando
el recuerdo, la nostalgia, el dolor,
van naciendo en mí,
unos enormes deseos de vivir,
de nuevas ilusiones, de nuevo amor.

Suavemente van brotando
en mí nuevas y hermosas flores,
en el desierto de mi vida,
con semillas de nuevo amor,
y rocío de ilusión.

Suavemente mi llanto
se hace cada vez menos amargo,
se aleja la tristeza,
ya no siento el dolor de tu adiós,
mi alma ya está sonriente,
suavemente sin darme cuenta
llegó a mi vida un nuevo amor.

De algún modo

Intento imaginar… y no concibo
este mundo sin mí como testigo,
no puedo imaginar un nuevo día
que no traiga para mí
una pena o una alegría,
ni otoño de dorados coloridos
que no despierte un eco en mis sentidos,
ni que llegue una nueva primavera
sin reanimar mi corazón que espera.

Estos años entrañables van pasando
y el final se aproxima… ¿Cómo?, ¿Cuándo?
Yo sólo se que a ese supremo instante
lejano e irremediablemente inevitable no le temo,
aunque mi cuerpo se convierta en polvo
yo estaré para siempre por aquí,
en cada rincón, en cada poema que escribí
en cada corazón de los que amé,
todavía… de algún modo.

Serena

Serena y desnuda
vago por la vida,
con paz en el alma,
ebrios los sentidos.

Sin apuros, con calma,
vago por la vida
buscando caminos,
cambio mi destino
con hechos concretos.

No busco desiertos,
busco unos ojos,
unas manos tibias,
unos besos tiernos.

Entre la gente buena
yo me siento pura,
me levanto lenta
alzando mis manos limpias
desde mi pasado.

Veo mi futuro,
allá en lontananza
y me siento alegre
por la paz que siento.

Me nacen palabras,
me brotan canciones,
cuando a mi rostro
lo acaricia el viento,
y la paz que siento
me brota de lo mas profundo
de los sentimientos.